Finalmente ninguna empresa se ha interesado por la rehabilitación y cesión de la casa payesa de sa Colomina, que salió a concurso por medio millón de euros para ser explotada como restaurante por un periodo de 40 años. «La idea era que se destinara a restaurante de apoyo a la estación de autobuses, pero el concurso ha quedado desierto no sé muy bien por qué, porque económicamente estaba bien», explicó ayer el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Eivissa, Santiago Pizarro, que añadió que ahora se ha entrado en una fase de negociado para buscar directamente algún interesado y al parecer ya ha habido alguna oferta de palabra. De todas formas, si no se consiguiera ninguna empresa la adjudicataria del edificio de la estación de autobuses (también llamado Cetis), tiene la obligación de restaurar la casa por un presupuesto qeu se pactó en su día. «Incluso los del Cetis podrían gestionarlo con alguna otra finalidad que se pactara por parte de todos», señaló Pizarro.

La reforma de la antigua masía salió por 505.433 euros y en las bases se estipulaba que el proyecto debía respetar la imagen tradicional del edificio. Además, el adjudicatario debía presentar un proyecto de construcción y otro de explotación de restaurante.

Pese a que en un momento dado el Ayuntamiento de Eivissa planteó la posibilidad de derribar esta casa antigua que está en estado de ruina, finalmente se optó por restaurarla con el voto favorable del PP.