ste año Semana Santa coincide con el día de Sant Josep, día del padre, por eso aseguran los encargados de elaborar el flaó que este año su consumo está aumentando. «En el día de San José había antiguamente mucha tradición de comer este dulce, este año además coincide con la Semana Santa y claro, es el dulce típico de la época de pascua», explica Pilar, propietaria de la pastelería Vadell que sus suegros inauguraron en 1923, una de las más antiguas de Vila. Se trata del dulce de la primavera ya que es en esta estación del año cuando los productos son mejores, «los pastos son más ricos en primavera y por tanto la leche con la que hacen el queso es de mejor calidad, también la hierbabuena es más rica y olorosa», explica Pilar el porque es especialmente sabroso el flaó que están elaborando en estas fechas.

Los ibicencos llevan elaborando este dulce desde hace cientos de años pero aunque su consumo se relaciona con pascua entre ibicencos y turistas han conseguido estenderlo a todo el año.

En el obrador de la pastelería Los Andenes, fundada en 1940, trabajan José Luis y Lolo, encargados de hacer la repostería de esta casa. José Luis lleva 30 años trabajando aquí y asegura cuando se refieren a el como un maestro repostero que «cada día aprendo una cosa nueva». El disfruta comiendo flaó todo el año aunque la temporada sea pascua, aquí en Los Andenes se hacen entre 40 y 50 flaós cada jornada para los días fuertes de la Semana Santa.

Ricardo Cardona, nieto del fundador de esta pastelería, desconoce el origen del nombre flaó pero asegura que se elabora desde hace cientos de años. «Mi abuelo ya lo hacía y ahora intentan averiguar de donde procede para otorgarle denominación de origen y no saben muy bien de donde proviene la palabra». Elaborar esta receta artesanal ibicenca en casa puede llevar todo un día de elaboración, José Luis emplea varias horas y eso gracias a las máquinas que le ayudan a triturar el queso y a mezclar los ingredientes para elaborar la masa. Elaborar flaó es una tradición ibicenca, pero se trata de algo más que un dulce. Natalia Salazar

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