El renacimiento del belén

Las figuras que más daño sufrieron, según explica Àngeles Martín, fueron el niño Jesús y la virgen María: «Las llamas se iniciaron en el pesebre donde estaba el niño, por lo que está muy quemado; se encuentra en estado irrecuperable». Por ello se han puesto en contacto con la empresa donde el casino compró las figuras para adquirir un nuevo niño Jesús: «Ya hemos solicitado el presupuesto; también queremos reponer algunos elementos que tras el incendio nos dimos cuenta de que habían desaparecido, como la ofrenda del rey Melchor o el bastón de San José», cuenta la coordinadora.

En este taller de Patrimoni trabajan dos ayudantes de restauración, Nieves Roselló y Kika Juan, quienes afirman tener como principales cualidades una gran paciencia y, como no podía ser de otra manera, también mucha destreza: «Tienes que ser 'manitas'; es un trabajo muy laborioso, pero personalmente me encanta. Aparte de paciencia tenemos mucha constancia», cuenta Kika. Y su compañera añade: «Siempre que tenemos una duda le preguntamos a la restauradora; sé que cuando lo veamos acabado estaremos muy satisfechas; es un trabajo entretenido, pero lo pasamos muy bien».

Àngela Mocilo es la restauradora que supervisa todo el trabajo: «Lo primero de todo es hacer una limpieza del hollín, de las zonas quemadas para ver el estado en el que se encuentra la figura». Según explica, la primera impresión que tuvieron al ver las figuras quemadas fue bastante impactante: «Lo vimos todo negro y roto y pensamos que las figuras estaban fatal, pero a lo mejor tras quitar el hollín descubres que la pintura está bien».

Tras la limpieza inicial se puede observar el estado de la figura. El siguiente paso es reconstituir los trozos de la figura que faltan: «Por último, le damos una consolidación final de cara a que aguante la exposición a la intemperie». El resultado de todo este trabajo diario se podrá ver la Navidad que viene. l María José Real