Ya se sabe: en Navidad aparte de los excesos monetarios también nos solemos pasar a la hora de comer y lo que era el peso normal puede verse aumentado algunos kilos o incluso bastantes. Posteriormente llega la Nochevieja y los buenos propósitos para Año Nuevo y, entre ellos, destaca visitar el gimnasio al menos dos veces por semana para recuperar nuestro peso habitual. La primera semana de enero se caracterizó por la actividad frenética que se pudo observar en estos centros deportivos. Esta fiebre por perder kilos en el gimnasio se mantendrá, según explican los monitores y directores de gimnasios, hasta por lo menos la entrada del verano: «Hay fechas clave en las avalanchas de gente que decide ponerse en forma y recuperar la línea: después de navidades y antes de verano. Las personas que se apuntan después de las fiestas navideñas suelen continuar para entrar bien en el biquini o bañador en verano», explica María José Rubio, monitora de California Gym, uno de los centros que ha vivido el aumento de demanda en este mes de enero de manera muy fuerte: «Cada día se apuntan, como mínimo, tres personas». Y añade: «En febrero se ve quién se queda y quién decide marcharse». Toñi Prats, encargada del gimnasio Fitness Star, comparte esta opinión: «Hay mucha gente que quiere ver resultados en 15 días cuando se necesitan meses; por lo general los impacientes son siempre impacientes, no únicamente en el gimnasio». Según explica María José, las mujeres suelen tener más fuerza de voluntad a la hora de ir al gimnasio: «Suelen estar más preocupadas por su imagen que los hombres, aunque los que suelen venir pasan muchas horas en la sala de musculación». Giusseppe Concas, director de Luminar, afirma que las preocupaciones de ambos sexos son dispares: «Las chicas quieren reducir caderas y los chicos barriga». Y María José añade: «Las chicas también quieren tonificar el trasero, el abdomen, quieren tener las piernas y los brazos fuertes, pero que no se les vean gordos».

María José Real