Mucho más tradicional que otros años, el desfile de Moda Adlib inundó ayer de blanco la sala principal de la discoteca Pachá. Las tendencias para la primavera-verano 2008 que presentaron quince diseñadores de la isla, regresaron, en su mayoría, a los tiempos de las pasarelas blancas pero con toques de innovación a partir de los brillos, ya sea por aplicaciones de cristales de Swaroski o lentejuelas, y en las formas, gracias a las espaldas totalmente descubiertas, capuchas y faldas y vestidos que comienzan en mini y terminan en cola de novia. Y, aunque primó el blanco, también llegaron los colores en verde, rojo y marrón para dar variedad a la tradición blanca, dando tonalidad a la seda, el cuero y los tejidos. Casi una hora de desfile en el que los diseños se pudieron apreciar en las dos pasarelas instaladas en la discoteca, por las que desfilaron una decena de modelos y entre las que destacó la bella top italiana, Elisabetta Gregoraci, conocida por ser futura esposa del magnate de Fórmula 1, Flavio Briattore.