El Govern pretende impulsar la rehabilitación de pisos desocupados para que salgan al mercado de alquiler a precios asequibles. Esta es una de las iniciativas que pondrá en marcha la Conselleria de l'Habitatge durante los próximos meses para intentar conseguir que afloren las viviendas desocupadas que, por una razón u otra, no se encuentran en el mercado de alquiler.

El departamento que dirige Jaume Carbonero quiere animar a los propietarios de viviendas desocupadas a que den salida a sus inmuebles, que ahora están vacíos por una circunstancia u otra. Sin embargo, uno de los problemas que se ha detectado es que una parte importante de las viviendas desocupadas no pueden alquilarse porque no reúnen las condiciones mínimas para ser habitadas. Por este motivo, el Govern prevé en los próximos meses a través de la Conselleria de l'Habitatge establecer una normativa que sirva para conceder ayudas a estos propietarios de viviendas desocupadas que, posteriormente, sacarían al mercado de alquiler. La condición previa del Govern para conceder estas ayudas para la rehabilitación es que los propietarios se comprometan, posteriormente, a alquilar las viviendas a precios razonables. Uno de los principales problemas que padece hoy Balears es que, en muchos casos, los precios de los alquileres son similares a los créditos hipotecarios.

En cualquier caso, el Govern descarta cualquier medida que suponga castigar a los propietarios de pisos desocupados. «No se gravará en ningún caso a los dueños de pisos vacíos», señaló a este periódico el president del Ejecutivo, Francesc Antich.

Morosidad
El Govern asume también que uno de los temas que frenan a los propietarios a alquilar sus propiedades es la morosidad de los inquilinos. «Hemos de estudiar todavía la fórmula, pero el Ejecutivo podría actuar como intermediario para garantizar a los propietarios que recibirán sus casas en perfectas condiciones y que cobrarán las rentas puntualmente», explicó Jaume Carbonero. El Govern todavía no sabe si creará una agencia específica para hacer de intermediarios entre inquilinos y propietarios o si, por el contrario, esta función la realizará el Ibavi. Existen ya experimentos en este sentido que han dado muy buenos resultados. El Ajuntament de Palma se ha encargado de hacer de intermediario entre inquilinos y propietarios y la experiencia ha sido considerada muy positiva.

Precisamente, hace una semana los vecinos de sa Penya, uno de los barrios más degradados y con más número de viviendas en situación de ruina e insalubridad, reivindicaron un apoyo más intenso de las administraciones insular y autonómica en los proyectos de revitalización del barrio histórico en el que confluyen problemas de infraestructuras con otros de marginalidad y delincuencia, fundamentalmente relacionados con el tráfico de drogas.