GUILLERMO ROMANÍ El Govern balear ha aceptado la propuesta presentada por el presidente del Consell de Formentera, Jaume Ferrer, de modificar el proyecto de llevar agua potable y alcantarillado al núcleo urbano del Pilar de la Mola, variando el trazado previsto entre es Caló y la Mola, ya que inicialmente contemplaba una línea prácticamente recta desde el Camí de sa Pujada hasta arriba del altiplano, lo que obligaría a una gran deforestación [especialmente de pinos] y provocaría un importante impacto tanto medioambiental como visual.

Tras la reunión mantenida por Ferrer con el conseller de Medio Ambiente del Govern de les Illes Balears, Miquel Àngel Grimalt, éste último prometió «hacer todo lo posible para modificar el proyecto y que en el tramo de la subida, las canalizaciones vayan en paralelo a la carretera, reduciendo el impacto al no atravesar una zona densamente arbolada, y por otra parte, porque ese crecimiento en anchura junto a la carretera podría usarse como un carril bici».

El conseller tambiy me he comprometido a mirar de ququé manera podemos solventarlo, pero siempre recordando que el proyecto ya está adjudicado y deberemos ver qué margen tenemos para introducir ahora esas modificaciones».

Aunque se adjudicó hace casi un año y se iniciaron los trabajos en el tramo de Cami Vell de la Mola comprendido entre la desaladora de es Ca Marí y es Carnatge, las obras se paralizaron dos meses antes de las elecciones, justo al llegar a la altura del kilómetro 10 de la carretera principal que discurre a poco metros y en paralelo, en un punto en que el propietario de una finca tapió el camino.

Ferrer agradeció a Grimalt que fuera Formentera la primera isla que visita en sus primeras tomas de contacto con los presidentes de los consells insulares «para conocer de primera mano los problemas que tiene cada una de ellas en materias que son competencia suya». El tema estrella de la reunión, que se prolongó más de dos horas, fue el Parc Natural de ses Salines con especial énfasis en la zona de Illetes, su acceso rodado, los fondeos, la señalización, la recuperación del circuito hídrico de las salinas, la creación de un museo de la sal y de un centro de interpretación del parque, aunque también se abordaron otros asuntos como el transporte de residuos a Eivissa, la recogida efectiva de los residuos peligrosos, los problemas de malos olores de la depuradora y se dejaron para más adelante asuntos como la recuperación de la finca pública de Can Marroig o el desarrollo de los proyectos relacionados con la finca pública de sa Tanca d'Allà Dins en es Cap de Barbaria.