CONCHA ALCÀNTARA
No hay playa de la isla que no se vea amenazada por las temidas medusas, unos animales marinos de aspecto gelatinoso y cuyos filamentos con acción urticante ocasionan picaduras muy molestas y nada inofensivas si no se pone remedio a tiempo. Son el temor de los bañistas y motivo de preocupación para las instituciones, por el rechazo de los turistas a acudir a playas con medusas y por los efectos en el ecosistema marino que puede tener su proliferación.

Los datos facilitados por los ayuntamientos revelan que ha aumentado en julio el número de picaduras en la mayoría de las playas de los municipios, salvo en algunos como Sant Antoni, que ha descendido. En el caso de Eivissa, cuyas tres playas estuvieron afectadas por el hundimiento del Don Pedro lo que supuso el cierre, ha aumentado el número de picaduras pasando de 44 a 64, cuando el número de bañistas había descendido por la contaminación del fuel. Sin embargo, en comparación con Sant Josep, la cantidad de Eivissa es nímia. Los socorristas de Sant Josep han contabilizado hasta 1.823 picaduras de medusas hasta julio. En algunas, como el caso de Cala d'Hort, se ha llegado a registrar hasta 350 picaduras en el mes de julio.

Las playas del norte de la isla tampoco se han librado de las temidas medusas aumentando el número de picaduras atendidas por los socorristas en las playas de Benirràs, Sant Miquel y Cala Sant Vicent, aunque Portinatx se ha mantenido.

La presencia de medusas es un efecto disuasorio para los bañistas. «Nos preocupan a todos las medusas. Los turistas cuando vienen a la playa lo primero que preguntan es si hay medusas. Igual por la mañana no hay y a las 15 horas sí. No podemos predecirlas, van según las corrientes», manifestaba el concejal de Turismo de Sant Joan, Jaime Marí. Sin embargo, Marí asegura que siempre ha habido medusas. «Recuerdo que hace 30 años había medusas en las playas, pero no había tantos bañistas».

Marí conoce muy bien los efectos de las picaduras de las medusas ya que él mismo los ha sufrido cuando practicaba pesca submarina. «Es muy fácil limpiarlo. hay que lavar la picadura rapidamente con arena y limpiar con agua del mar la zona», aconseja.

Las farmacias comercializan un producto solar que actúa como repelente para las medudas y que está prácticamente agotado en los establecimientos de Balears, aunque está a la venta desde hace años ha sido este verano en el que las existencias se han acabado. Todo sea para evitar la picadura.