En verano, creatividad

En este taller, la monitora Heike enseña a los niños diferentes técnicas para trabajar materiales como el fieltro o la madera. «Nos centramos en la artesanía antigua, pues usamos lana, cobre, fieltro, yeso y arcilla, por ejemplo», explica la monitora. Heike asegura que para participar en estos talleres hace falta paciencia, pero los niños están contentos cuando ven el resultado final: «Al principio les puede costar un poco porque no están acostumbrados a los trabajos manuales debido al consumo de tanta televisión y videojuegos»; pero al final siempre se muestran satisfechos porque lo que hacen es de buena calidad, y podría incluso ser vendido en tiendas». En este sentido, uno de los trabajos que más cuesta a los pequeños es hacer objetos e cobre. Según cuenta la simpática monitora: «Es un material duro, que les cuesta moldear porque necesitan mucha fuerza en las manos, pero luego les gusta cuando ven lo que han sido capaces de hacer». También suelen realizar esculturas con piedra o mosaicos.

Los talleres creativos que imparte Heike, creados por ella misma el año pasado, suelen tener entre 12 y 15 niños, dependiendo de la actividad que se vaya a desarrollar esa semana. Según explica Heike, una de las labores que requiere la participación de unos 15 niños es la creación de una balsa de madera con la que luego navegarán por una cala. «Es uno de los trabajos que más buena aceptación tiene porque es muy laborioso y luego se ve muy bien el resultado porque nos subimos en la barquita», asevera la monitora del taller creativo. Para la semana que viene no quedan plazas libres, pero para las siguientes sí, recuerda la monitora

Este taller acaba el próximo 25 de agosto. El horario es de 10,00 a 14,00 horas todos los días, durante una semana o dos.

María José Real