Los comerciantes de la calle de la Virgen quieren recuperar el esplendor que ha caracterizado a este emblemático espacio de la ciudad en otras décadas y, para ello, comenzaron ayer con una fiesta de música y performances que se extendió hasta bien entrada la noche.

L.A.

«Es la primera vez que hacemos esta iniciativa y espero que podamos repetirla el primer día de cada mes. Porque algo hay que hacer. Esta calle se ha ido deteriorando con el tiempo y queremos reanimarla para que vuelva a tener un look interesante», comentó Bea Rodríguez Lapuente, de la tienda Amore.

Unos 20 empresarios de tiendas, restaurantes y bares se sumaron a este proyecto, que además contó con una degustación y un espectáculo de fuego que inauguró la noche. Porque ésta es la forma que han encontrado para comenzar el camino de revitalización, en una calle que los Locomía hicieron famosa en la década de los 80. La historia la recordó Alok, de la tienda Namasté. «Cuando existía Locomía, la gente bajaba del barco y lo primero que hacía era preguntar por la calle de la Virgen», comentó este comerciante, que también ofició de dj durante el evento.