J. L. M.
Las organizaciones ecologistas celebraron ayer en la plaza del Parque El Día de la Tierra, una jornada dedicada a la reflexión que este año ha incidido sobre el problema del cambio climático. Actividades lúdicas, mesas informativas y, sobre todo, espíritu reivindicativo, fueron los ingredientes de un día dedicado a la ecología. «Este año reclamamos que se adopte una política adecuada para combatir el cambio climático», señaló Maríano Marí, del GEN, quien considera que «construir grandes carreteras sólo consolida el modelo de depredación del territorio y va a buscar más gente y más vehículos, algo que una isla como Eivissa no se merece».

En la misma línea, Hazel Morgan, de Amics de la Terra, precisó que la jornada se centró en el cambio climático «precismante porque el problema es cada vez más evidente y los gobernantes no actúan para cambiar la situación, sino que, al contrario, construyen grandes autopistas, más urbanizaciones, más desaladoras... todo lo que contribuye a generar más emisiones de CO2».

La jornada transcurrió en tono festivo con actividades diversas: una caravana mostraba los beneficios de las energías alternativas, los niños podían divertirse con juegos tradicionales, el escenario se llenaba por turnos con músicos y espectáculos de animación, y se podían adquirir productos ecológicos, juguetes de madera u objetos decorativos hechos con material reciclado. Los candidatos de PSOE-Eivissa pel Canvi aprovecharon la jornada para regalar tomateras a los asistentes, no para que sus frutos sean arrojados contra el depredador del territorio, como se encargó de aclarar Albert Prats a este malicioso periodista, sino como un símbolo del renacimiento de Eivissa, ya que han sido sembradas en tierras procedentes de Sant Jordi, «que han sido muy maltratada este año», señaló el candidato al Consell.