El nuevo PGOU es el instrumento que tiene que regular el crecimiento urbanístico en el municipio en los próximos años.

MAITE ALVITE/EUROPA PRESS

El Ayuntamiento subrayó ayer que el informe del Ministerio de Fomento «tiene que ser entendido como uno más de todos los que ha de reunir el plan general para poder ser aprobado definitivamente y, como muchos otros, es vinculante, por lo que el Consistorio debe tener en cuenta sus prescripciones y así se hará con éste y con todo los demás que se puedan recibir». De hecho, el ejecutivo local confirmó que ya se está trabajando en la adaptación del PGOU a los condicionantes de Aviación Civil, trámite que espera solventar «sin excesivas complicaciones». Respecto al ofrecimiento del presidente del Consell, Pere Palau, para colaborar en la resolución de la situación el equipo de gobierno se manifestó escéptico, «sobre todo cuando el ofrecimiento se ha hecho de cara a la galería», dijo. Además, se mostró suspicaz con la voluntad de Palau de entrevistarse con el Ministerio de Fomento para averiguar el alcance del informe, interés que achacó al hecho de que «las prescripciones que marca Aviación Civil también podrían afectar en un futuro muy próximo a otros proyectos urbanísticos que son del municipio de Vila como la urbanización de es Pouet de Talamanca, el desarrollo urbanístico de Sant Jordi o el campo de golf que promueve el ex-ministro Abel Matutes». «Puede que sea por eso que Palau ha tardado tan poco tiempo en considerar el informe 'exagerado'», sugirió.

Por otra parte, el equipo de gobierno reiteró que «la tramitación que el Consell ha hecho del plan general no ha sido todo lo diligente ni todo lo limpia que cabría esperar de una institución supramunicipal», que, recordó, «sólo ha de manifestar los errores técnicos que encuentre en el documento». Asimismo, le echó en cara que recibiera el plan en enero de 2006 y no fuera hasta septiembre cuando lo remitiera a Fomento. «Ya se podrían haber introducido las medidas correctoras y haberse aprobado el PGOU definitivamente si el Consell hubiese mostrado el mismo interés por este plan que por las normas subsidiarias de Santa Eulària, que tramitó en tres meses», señaló.