Fantasía para una rúa de cuentos

Un tren lleno de mickies y minnies abrió el desfile seguido de una comparsa con aún más pequeñas minnies que deslumbraban con la cantidad de lunares que poblaban sus vestiditos. Después llegó eMundo de los Gnomos que, como todos los grupos de alumnos, contaba con su propios admiradores. «El mío va de hombre de hojalata», comentaba una señora a la espera de que su hijo apareciera junto a sus compañeros por la curva de Vía Púnica, pero aún le quedaban algunos cuentos por delante como Caperucita y Lobo, Alicia en el país de las maravillas y, cómo no, Alí Babá y los 40 ladrones. Después llegó El mago de Oz y objetivo conseguido: una foto para mostrar a familiares y amigos; un recuerdo para toda la vida.