G.ROMANÍ
El conseller de Medi Ambient del Govern, Jaume Font, puso en marcha ayer el tratamiento biológico incluido en las obras de remodelación y ampliación de la depuradora de Formentera, unas obras que comenzaron el pasado mes de abril y que se prevé finalicen antes del verano, con unos meses de adelanto sobre el plazo previsto.

La importancia de la puesta en funcionamiento del denominado reactor biológico es una apuesta de futuro ya que supone que a partir de un par de semanas, toda el agua sobrante de la depuradora saldrá de la planta con depuración terciaria, es decir, con una calidad muy superior a la actual de manera que la que se vierta al mar no afectará a las praderas de posidonea y, por otro lado, es el primer paso para el riego terciario que se instalará a la isla según el proyecto del Plan Nacional de Regadío al que se acogieron unos setenta propietarios de fincas de la isla y que está en este momento a exposición pública.

Font, que estuvo acompañado por el conseller por Formentera, Pep Mayans, y el alcalde de la Pitiusa Menor, Isidor Torres, resaltó la importancia del consenso y voluntad de colaboración de las tres instituciones implicadas para hacer una realidad que se concreta en una inversión de 3,7 millones de euros en la depuradora cofinanciados por el Govern de les Illes Balears y la Unión Europea, que aporta el 50% del coste de las mismas a través del Fondo Europeo de Desarrollo Rregional, así como una partida de casi 900.000 euros para la sustitución del primer tramo de impulsión del bombeo de es Pujols hasta el punto en el que discurre por zona rústica, la sustitución de los últimos tramos de impulsión a la llegada de la depuradora, la mejora de un tramo de red por gravedad en Sant Ferran y la sustitución del primer tramo de impulsión y del último del emisario terrestre en la Savina.