Matas, Palau, Torres y Mayans aplauden tras decubrir la placa conmemorativa.

En un día cargado de simbolismo para Formentera la inauguración del Hospital de Formentera supuso un punto de inflexión en la diatriba entre instituciones ya que los tres máximos responsables de las administraciones implicadas, moderaron su discurso y dieron ejemplo respecto a cuánto se puede conseguir con el consenso y la colaboración en favor de una isla que siempre ha padecido un déficit histórico en materia de infraestructuras.

El presidente del Govern, Jaume Matas, destacó que se trataba de «una jornada histórica en la que se hace realidad un proyecto muy esperado por los formenterenses que era, a su vez, uno de los principales compromisos adquiridos por el Govern en esta legislatura». Tras resaltar que en breve se podrá nacer en Formentera, Matas destacó que además habrá un antes y un después para los pacientes sometidos a diálisis que hasta la fecha habían de trasladarse a Eivissa para someterse a tratamiento, y dejó claro que «la puesta en marcha del nuevo hospital no solo favorecerá a los ciudadanos sino también a los profesionales que a partir de ahora estarán en condiciones de ofrecer un mejor servicio sanitario». Para Matas uno de los aspectos cruciales es «garantizar definitivamente la asistencia sanitaria moderna para los habitantes de Formentera con una mejor atención sanitaria y más próxima a todos los ciudadanos».

El presidente del Consell, Pere Palau felicitó «al verdadero destinatario de esta infraestructura sanitaria, el pueblo de Formentera» y afirmó que ninguna de las inauguraciones a las que había asistido le había producido tan grande ilusión y satisfacción como la del día de ayer y dijo que se había hablado del hospital desde hacía mucho tiempo pero fue el impulso que le dieron el alcalde del PP en 2003, Juanma Costa, y el conseller por Formentera, Pep Mayans, los que de una manera clara impulsaron un proyecto que contaba con un solar y un proyecto, y ese proyecto tuvo que rehacerse de arriba abajo, en poco tiempo y de manera acertada para configurar un proyecto histórico, una realidad, para Formentera».