Fraternidad, libertad y búsqueda de la verdad son los tres pilares básicos de la pedagogía agustina y los valores que ayer se reflejaron en la fiesta de 96º aniversario que vivió el colegio Nuestra Señora de la Consolación. Un encuentro de pueblos donde los protagonistas fueron los más de 800 alumnos procedentes de más de 20 países diferentes. Entre ellos, China, Rumania, Marruecos, Ecuador, Perú o Argentina, lo que la convierten en una de las escuelas con mayor alumnado inmigrante. «Es todo un reto porque a veces llegan alumnos sin hablar nuestro idioma, aún así la integración es muy buena y somos como una gran familia», explicó la directora Antònia Tur. En este sentido, los alumnos elaboraron en los días previos unas coloridas banderas de sus respectivos países que colgaron en el patio. Asimismo, y con motivo del Día de Mundial de la Paz los pequeños realizaron un mural donde reflejaron sus deseos. «Queremos que los niños conozcan la realidad de los que no tienen tantas oportunidades como ellos», destacó Antònia Tur respecto al mural. La jornada comenzó por la mañana con una excursión de los escolares de 10 a 12 años a Dalt Vila con el objetivo de que conocieran las raíces del colegio, instalado por primera vez en Sa Carrosa. A medida que avanzó la tarde la velada se completó con una jornada de puertas abiertas que incluyó una tómbola solidaria cuya recaudación irá destinada a un comedor en Perú, cuentacuentos a cargo del payaso Cachirulo, una exhibición de capoeria y un vibrante partido de baloncesto que enfrentó a profesores y alumnos de secundaria. Por otra parte, los asistentes pudieron degustar una gran variedad de exquisitos productos típicos de los lugares de origen de sus alumnos. I. L.