Entre las innumerables alegaciones presentadas en una de ellas se hace patente que «transcurrido el término legal para la inscripción de la Fundación en el correspondiente Registro Único de Fundaciones, la denominación caducará y se cancelará de oficio», y resulta que el plazo expiró pese a las advertencias de que ello iba a suceder, y paralelamente la Jefa de Servicio de Entidades Jurídicas, María Jesús Verger, «informa al Secretario de la susodicha y pretendida fundación a fin de que enmiende las deficiencias advertidas en los Estatutos», circunstancia que según dijo Valladolid aún no ha sido hecha. También se señala que en los acuerdos de 31 de marzo de 2006 se adoptó que el Patronat de Turismo elegiría su director técnico así como a los miembros de la comisión técnica al tiempo que la Fundación pasaría parte de sus fondos al Patronato para los asuntos promocionales pero ninguna de esas circunstancias se dieron, y fueron en definitiva el detonante de la ruptura entre Formentera y la Fundación. Pero curiosamente, señaló Valladolid, «sigo figurando como vicepresidente cuando el Consistorio decidió salirse si no se cumplían los compromisos del 31 de marzo y posteriormente en Eivissa se votó directamente nuestra salida».

Cándido Valladolid, que mantiene que son muchas «las falsedades documentales que se encuentran en el proceso constitutivo de la Fundación,q ue en teoría es inexistente», remarcó que a tenor de la respuesta del Govern se planteará un recurso contencioso para paralizar la Fundación, y que desde Formentera se hará todo lo posible por impedir que siga adelante un ente que perjudica seriamente al futuro de Formentera.