El presidente de la demarcación pitiusa del Col·legi Oficial d'Arquitectes de Balears, Antoni Marí, se refirió ayer a la dimisión del arquitecto municipal de Sant Josep, Antonio Huerta, y aseguró que a su colectivo no le gusta «que pasen cosas como ésta» porque la profesión «se ve ensuciada por hechos puntuales por parte de gente que actúa fuera de sus obligaciones y de los estatutos y que de ninguna forma representan la imagen del colectivo».
Según Marí, cuando hay una actuación que se desmarca de la ley «como colegio nos interesa solventarlo cuanto antes mejor». De hecho, los arquitectos pitiusos trabajan en el caso Huerta desde hace cuatro años. «Era algo que nos preocupaba y si ésta es la solución, bienvenida sea», dijo en alusión a la dimisión del técnico municipal.
El Col·legi Oficial d'Arquitectes actuó después de las denuncias efectuadas por algunos de los colegiados, además de que se habían detectado situaciones «que parecía que se desviaban del funcionamiento normal y habitual». Marí asegura que actualmente no hay más denuncias como la de Huerta aunque sí puede haber algún caso puntual que nada tiene que ver «con la trascendencia que tiene éste». De todas formas, advierte de que se mantendrán vigilantes para que la imagen del colectivo no se vea perjudicada.
Ahora mismo, a los arquitectos lo que más les preocupa es que se normalice la situación y que no se produzca una ralentización importante en la concesión de licencias en el Ayuntamiento de Sant Josep debido a la falta de un técnico que las informe. «Nos interesa que se sigan tramitando los expedientes porque este municipio no puede estar paralizado».
En este sentido, fuentes del Ayuntamiento de Sant Josep indicaron ayer que probablemente el trabajo en el área de urbanismo se ralentizará. Probablemente los expedientes se trasladen al aparejador, que ya cuenta con un volumen de trabajo importante. En los presupuestos se ha mantenido la partida para la plaza del arquitecto y probablemente después de Navidad se comenzará a trabajar en la convocatoria de oposiciones.
El presidente de los arquitectos habló también de la necesidad de que los planeamientos municipales se adapten al Plan Territorial Insular y defendió la creación de la figura de un defensor del territorio que ayude a evitar situaciones como ésta.
La carta de dimisión que presentó el arquitecto municipal Antonio Huerta al alcalde de Sant Josep justificaba su renuncia voluntaria para «no perjudicar a la institución». En la misiva Huerta informa al primer edil de que «se han vertido acusaciones» sobre su actuación profesional que forman parte de las diligencias previas que se siguen en los juzgados. «Estas informaciones se han efectuado en un contexto de marcado cariz político y preelectoralista», dice el arquitecto.
Antonio Huerta llevaba una década como arquitecto municipal de Sant Josep. Tras la aparición de un vídeo hecho con cámara oculta y encargado por el Col·legi Oficial d'Arquitectes de Balears a unos detectives en el que se ve a Huerta ofreciendo la ejecución de obras en Sant Josep el propio alcalde le conminó a presentar su renuncia en el Ayuntamiento.
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