BEA ROSELLÓ
Elie G. Zaghroun, residente en Eivissa desde hace años, viajó el paso martes hasta Barcelona junto a su hijo y otro socio para tomar otro vuelo que los llevaría a Brasil a las 23,50 horas para cerrar algunos negocios y disfrutar de unas vacaciones. El resultado es que nunca llegó a pisar el aeropuerto de Fortaleza, pero sus equipajes sí. Una vez en Barcelona, la compañía Air Madrid anunció el traslado de todos los pasajeros a Madrid para coger un nuevo vuelo, que previsiblemente no estaba lleno, ante la cancelación del primero.

Una vez en Madrid, los pasajeros tuvieron que hacer noche en la capital sin que nadie de la compañía aérea se preocupasen por los mismos pasajeros. «A los inmigrantes se les trata fatal y mucha gente se quedó durmiendo en el aeropuerto», critica Zaghroun. Al día siguiente y con la esperanza de llegar a Fortaleza, Air Madrid les informa de la imposibilidad de volar debido al 'overbooking'. Ante la cara de sorpresa, las quejas y la impotencia, Elie Zaghroun decidió reclamar su equipaje y la de su hijo y socio con el objetivo de buscar otra alternativa. Las sorpresas no habían terminado. Las maletas volaban con destino a Brasil.

A día de hoy, Elie ya ha regresado a Eivissa con 3.500 euros menos en el bolsillo (el coste de los billetes), sin maletas y sin disfrutar de sus esperadas vacaciones. Sin duda alguna, una aventura «nada deseada y recibiendo muy malos modos por parte de los trabajadores de la compañía». Elie Zaghroun ha decidido interponer una denuncia con el fin de reclamar todos los gastos ocasionados por estos tres días de aventura sin destino: «Tenemos un contrato, nosotros hemos pagado los billetes y ellos no han cumplido. Pienso ir hasta el final de la cuestión, porque parece que la compañía se ríe de toda la gente».