La sede de la UIB fue ayer escenario de la tercera edición del curso de jóvenes glosadores. Unas jornadas integradas en el marco de la VII Trobada de Glosats de Eivissa y Formentera en las que se analizaron los géneros cantados de las Pitiüses centrándose en los diferentes tipos de canciones y su composición escrita. «Lo principal es diferenciar entre canciones amorosas, puntosas, besones, cuando dialogan dos personas, o bien aquellas que hablan sobre la vida del cantador o hechos acontecidos de lo que son las glosas y estribots, géneros más cortos, de gran improvisación, que se centran en la burla o el pique entre dos personas», explica Catalina Marí Serra, encargada de las clases teóricas del curso.
En este sentido, se trata de un curso que pretende promover la conservación de la glosas para que no se pierdan con los glosadores más veteranos, así como fomentar la vuelta de la tradición más pura y popular que imperaba en las islas desde principios del siglo XX hasta después de la Guerra Civil. «Sobre todo a partir de los años 50 comenzó una transformación en la sociedad que motivó el cambio de las canciones, ya que toda la música tiene un sentido y aquí lo tenía como momento de reunión cuando la gente acababa de trabajar en el campo o tras la cena», comentó Catalina Marí. Hecho que desembocó en un traslado de la glosa de un consumo generalizado a uno más reducido, limitado a conciertos públicos. «Antes estos géneros se transmitían de padres a hijos, pero ahora no. De ahí la necesidad de impulsarlo para que no se pierda». Por su parte, otra de las profesoras, Catalina Costa, describió el encuentro como «una forma de impulsar nuestro idioma, su uso y conocimiento del vocabulario que había en la Eivissa de los 40».
Asimismo, como trabajo final se ha propuesto a los alumnos que realicen una glosa propia para interpretarla el próximo domingo en el Auditorio de Cas Serres de Eivissa. I. L.
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