Los vehículos fueron observados con minuciosidad.

Para poner los dientes largos, rascarse el bolsillo, hacer planes de futuro; en fin, para ver, comparar e informarse sin complejos, abriendo puertas, maleteros, y soñar que al volante de esa preciosidad va uno, mirando paisajes desde la carretera.

Los sueños de los amantes de la conducción y los nuevos modelos vuelven a estar expuestos en el VII Salón de la Automoción de Eivissa y Formentera, que ayer abrió sus puertas en el recinto ferial con 160 relucientes vehículos de las gamas 2006 y 2007.

La inauguración tuvo lugar a las 19,00 horas y, como siempre, la presencia de políticos se hizo notar ante una tímida concurrencia de público, que se espera en masa este fin de semana, y que el año pasado alcanzó la escalofriante cifra de los 20.000 visitantes. El corte de cinta fue protagonizado por el presidente del Consell Insular, Pere Palau, y por el alcalde de Eivissa, Xico Tarrés, acompañados por políticos del Consell y del Ayuntamiento, que les secundaron en el tradicional recorrido por cada uno de las concesionarias expositoras que este año ascienden a 24 empresas.

La muestra ocupa toda la superficie del recinto y también de la carpa anexa, espacios en que los nuevos modelos representan a 31 marcas de automóviles.

El salón está organizada por la Asociación de Concesionarios y cuenta con la colaboración del Consell Insular y de la federación empresarial Prodeco.

El valor estimado de lo que se expone asciende a tres millones de euros y la muestra tiene un presupuesto de organización de 76.400 euros. Se puede visitar a lo largo de todo el fin de semana de 11,00 a 22,00 horas. L.A.