Afalta de escasos 45 días para Nochebuena, en las calles y plazas de Eivissa ya se empieza a sentir el más puro ambiente navideño. En este sentido, en la avenida de España y el Paseo de Vara de Rey miles de bombillas y decenas de estrellas ya iluminan el centro de la ciudad dando la bienvenida a una época popular, entrañable y familiar, llena de encuentros y reencuentros, de reuniones de cantos navideños y, aunque le pese a muchos, de grandes y obligadas compras.

En definitiva, toda la magia de una tradición genuina que este año cuenta con una particularidad, las altas temperaturas del mes de octubre que han rondado los 25 grados o las que se prevén para el mes de noviembre, cuyos termómetros se augura que giren en torno a los 20 grados.

Un paisaje singular el que nos ofrece las estanterías de los supermercados repletas de polvorones y pastillas de turrón, los adornos navideños en las tiendas de «todo a 100» y las calles engalanadas de luces iluminando el paso de viandantes en manga corta, chanclas e, incluso, con la toalla al hombro. Por ello, no es de extrañar que los comerciantes se quejen ante la gran caída que han sufrido las ventas de ropa de invierno en el presente año. Irene Luján

Mientras los maniquíes de las tiendas exhiben las últimas propuestas de los diseñadores para el próximo invierno, en la calle, la realidad es otra. Los termómetros han rondado unos inusuales 25 grados durante el mes de octubre y , contra todo pronóstico, también durante los primeros días del mes de noviembre. Hecho que ha provocado que las ventas de ropa caigan entre un 20% y un 30% con respecto al año anterior. Por ello, el pasado mes de octubre se ha definido como el más caluroso de los últimos quince años. En este sentido, los profesionales del sector textil se muestran muy preocupados y más teniendo en cuenta que las rebajas están a la vuelta de la esquina. Por el momento, los abrigos de piel y las cazadoras permanecerán colgadas en sus percheros y, si el tiempo sigue así, los turistas que lleguen a las Pitiüses podrán tomarse las uvas en la misma playa.