Enigmático, amable y eternamente elegante, se dejó ver ayer por céntricas calles de Eivissa el gran diseñador italiano Giorgio Armani. Con una imagen sobria, pura y sencilla, vestido con pantalones vaqueros, sueter y una chaqueta de sport en las que reinaban los tonos azul marino y negro, como ya nos tiene acostumbrados a ver en los diseños que albergan sus colecciones.

Junto a él caminaba todo un séquito de bellos modelos con los que recorrió ayer por la mañana diversas calles de la isla, por las que no pasó desapercibido ante las miradas de muchos curiosos que se acercaban a pedirle autógrafos y hacerse fotos con él, mientras este genio de la moda derrochaba amabilidad y simpatía.

Según aseguró el diseñador, su estancia en la isla será muy breve: «Suelo venir todos los años a Eivissa, esta vez estaremos aquí sólo dos días» tras los cuales volverá a Milán para seguir trabajando en sus próximas colecciones y vestir con sus diseños tanto a la gente corriente como a las grandes celebridades del mundo del cine.

I. Luján