B. R.
El gerente del Àrea de Salud de Eivissa y Formentera, Ignacio Martínez, y la directora de la Unidad de Curas Intensivas de Can Misses, Paz Merino, presentaron ayer un sistema pionero en España de telemedicina llamado «teleictus», que permite tratar a los pacientes con un infarto cerebral. De hecho, desde agosto el hospital de Can Misses ha atendido a dos pacientes que superaron el riesgo de infarto cerebral y se prevé que se puedan atender a lo largo del año y en toda Balears entre veinte y treinta personas.

El sistema permite atender en cualquier hospital de la Comunitat Autònoma a personas con riesgo de sufrir un infarto cerebral. Hasta ahora, estos paciente sólo podían ser tratadas en la Unidad de Ictus del Hospital Universitari Son Dureta. Es la primera vez que este sistema de tratamiento, basado en la coordinación asistencial de los servicios de urgencia, la atención primaria y los servicios especializados, se aplica en España y la segunda vez que se hace a nivel europeo, ya que ya funciona en Alemania, y la cuarta vez que se hace en el mundo.

Con el «teleictus» el paciente podrá ser tratado en cualquier hospital ya que los neurólogos especialistas de Son Dureta supervisarán el tratamiento y estado del paciente a través de varios equipos de videoconferencia, que mostrarán afectado en la pantalla y permitirá a lo médicos especialistas acceder a sus imágenes de TAC. Con este sistema se podrá reducir la mortalidad de los afectados ya que los tiempos de inicio de tratamiento se reducirán notablemente. Esta patología afecta anualmente a 1.900 personas al año en la Comunidad Autónoma, de las que el 12 por ciento son de las Pitiüses, según indicó Ignacio Martínez, y se ha convertido en la primera causa de muerte en las mujeres, la tercera en los hombres y en la principal causa de invalidez en la edad adulta, según datos del IB-Salut.

El gerente del Àrea de Salud de Eivissa y Formentera, Ignacio Martínez, resaltó que para evitar que un infarto cerebral tenga graves e irremediables consecuencias, el paciente debe ser atendido en el menor tiempo posible desde el primer síntoma, es decir, al menos dentro de las tres primeras horas. Con la puesta en marcha del «telictus» se reduce la mortalidad y las complicaciones al poder disponer del sistema y de los médicos de Son Dureta las 24 horas del día.