B. ROSELLÓ
La consellera en la oposición, Patricia Abascal, valoró ayer las cifras del aumento del número de turistas como un hecho positivo, aunque resaltó el descenso en las pernoctaciones, y por tanto en el gasto turístico de las Pitiüses: «Lo que interesa a la gente es la facturación al final de la temporada y las cifras demuestran que nos estamos convirtiendo en un destino de fin de semana». De esta manera, Abascal resaltó que a pesar de llegar más gente su estancia es menor «pasando de una semana a tres o cuatro días». «Las cifras del crecimiento de la llegada de turistas son positivas pero también debe verse traducía en dinero».

El conseller de Turisme, José Torres, por su parte resaltó que el crecimiento del 5,8 por ciento de Eivissa y Formentera «confirman los datos que teníamos de las ferias a principios de temporada». Además, resaltó el buen comportamiento del mercado español, el repunte del alemán y del inglés y el gran crecimiento del mercado italiano. Las previsiones para los meses fuera de la temporada fuerte auguran «unos crecimientos más moderados según la ocupación existente», señaló Torres, y confió en la celebración de actos deportivos que se llevarán a cabo a lo largo de la época de invierno en Eivissa.

El secretario de la Federación Turística del sindicato UGT, Fernando Fernández, compartió ayer los datos de crecimiento del número de visitantes aunque resaltó que los datos siempre son «muy relativos dependiendo del año con el que lo comparamos»: «Hay que indicar la referencia es el pasado año, cuando el sector turístico tocó fondo». Asimismo, señaló que los trabajadores del sector están «lejos» de obtener los 180 días efectivos trabajados y calificó que los resultados no son de «altos vuelos».