Historia y modernidad de las salineras españolas de Eivissa y Murcia se unieron ayer en el primer encuentro que realizan ambas empresas. Durante la visita a ses Salines la comitiva realizó una ruta desde el muelle hasta la Torre de ses Portes, propiedad de la empresa salinera, con el objetivo, según el presidente de la Casa de Murcia y concejal de Sanidad de Sant Josep, Enrique Garcerán, de ver que: «algo tan dispar como Murcia tiene muchas cosas en común». Por su parte, el gerente de Salinera Española, Cristino Elías, añadió: «Esta visita es buena para conocerse un poco más ya que ambas pertenecen a la misma empresa».
Por otra parte, Cristino Elías destacó las enormes similitudes con las que cuentan Eivissa y Murcia: «La diferencia es mínima, aquí en Eivissa sacamos agua del mar Mediterráneo y en las de San Pedro es agua del Mar Menor, cuya diferencia es que va a tres o cuatro grados más de concentración, pero el funcionamiento es el mismo: bombear el agua, entrarla en los concentradores para ir elevando la graduación y depositarlo en los cristalizadores para sacar la sal».
Asimismo, tras la visita tuvo lugar una misa en la pequeña iglesia del siglo XVII de Sant Francesc que estuvo oficiada por el párroco Pedro Miguel López. Más tarde, la empresa Salinera Española invitó a la comitiva a una comida en un restaurante de ses Salines para, posteriormente, visitar una exposición fotográfica que recogía la trayectoria de ambas empresas. El acto contó con la presencia del cronista de la villa de Sant Pedro del Pinatar, Rafel Mellado, quien deleitó a los presentes con una conferencia sobre la similitudes en el diseño y la historia de la salinera murciana. I. L.
Las salinas y arenales de San Pedro del Pinatar se localizan en el sudeste de la Región de Murcia, entre el Mar Menor y el litoral mediterráneo. Concretamente cerca del lago Gymnetes llamado así porque vivieron allí los gymnesios, pueblo griego cuya traducción al español sería 'desnudos'. Se trata de un humedal con lagunas en explotación que cubren una superficie de 856 hectáreas.
Su aparición parte de una posible colonización fenicia y cartaginesa, al igual que sucede con ses Salines de Eivissa. De ahí, que se hayan encontrado restos arqueológicos como,por ejemplo, ánforas pertenecientes a estas civilizaciones. Además de la actividad salinera se ha desarrollado tradicionalmente la pesca por medio del arte de las encañizas, consistente en la captura del pescado en sus migraciones entre el Mar Menor y el Mediterráneo. En este parque se pueden encontrar también flamencos, gaviotas y lechuzas.
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