Antonio Lagunilla (ctro.) acompañado por los clowns profesionales de la escuela, ayer por la mañana, en la República Internacional del Fracaso.

Antonio quiere ser famoso. Sueña con los aplausos del público y que un auditorio lleno se ría con los chistes de la obra cómica que él protagoniza. Él dice que quiere ser como «los chicos de Operación triunfo y todo eso», pero en realidad, más allá de sus sueños, algo aún más grande y sólido está proyectado para él y sus compañeros de la Asociación de Minusválidos de Ibiza y Formentera (AMIF). Nada menos que una obra escrita y dirigida por Eric de Bont y Encarna Las Heras, de la Escuela Internacional del Clown; una producción que tiene previsto subir a escena el año que viene.

«Los chicos de Amif siempre han sido súperaficionados a nuestra escuela. Siempre han venido a ver las obras y hemos hecho un curso con ellos de siete meses. Pero vimos que si queríamos ir un paso más adelante y montar una producción, una obra para ellos, necesitábamos dinero», explicó el cómico holandés, ayer, en la sede de la República Internacional del Fracaso, donde tuvo lugar la presentación de este proyecto. Para ello, Bont, que habitualmente dedica las recaudaciones de sus obras para distintas causas, se puso en contacto con el cónsul holandés Paul Wienen, su compatriota: «Él habló con el resto de cónsules que hay en la isla, de Italia, Alemania e Inglaterra», agregó el cómico. Y aunque en ese momento los cónsules no podían encontrar muchas soluciones para esta causa, casi como caído del cielo, el banco Barcklays Bank se instala en Eivissa y ofrece a Hellen Watson, vicecónsul de Gran Bretaña, colaborar en algún proyecto desde su fundación. Como resultado, una financiación de 8.000 euros.

«Tenemos una idea fantástica y creemos que va a ser algo espectacular», comentó Eric durante la presentación, que también contó con la presencia del cónsul holandés, Wienen, de la directora del Barcklays Bank, Nieves Juan, de la presidenta de AMIF, Pepita Roig, y Marga Jarrin, también integrante de la asociación. «La fundación apoya siempre este tipo de causas benéficas y este nos parece un proyecto precioso», comentó Nieves Juan.

«A mí me gusta la idea porque siempre se separa la discapacidad de la cultura y el arte, y no debería ser así porque hay mucho arte en estos chicos; todo hay que saber sacarlo», agregó Pepita Roig. Sacar a relucir una capacidad de actuar y de expresar que, para Bont, será totalmente posible: «Porque realmente queremos trabajar sus sueños y ofrecer algo muy profesional».

Luciana Aversa