GUILLERMO ROMANÍ
El conseller de Agricultura, Pep Mayans, firmó ayer un convenio para la subvención de 38.000 euros a fin de que la Associació de Ramaders de Formentera pueda desarrollar sus tarea de forma más práctica y efectiva. Con esta medida se pretende «mejorar los medios humanos y técnicos del sector en un paso de gigante, que posibilitará el impulso de la ganadería y de la protección del medio ambiente».

Según el conseller Mayans, «la ganadería constituye uno de los pilares importantes para el mantenimiento del medio ambiente, y el cuidado de la sanidad animal, y es la mejor herramienta para el buen rendimiento del sector y con esta iniciativa promovemos la mejora de la sanidad animal y el control general de la ganadería».

En este aspecto, el censo de los pequeños rumiantes indica que existen un total de 200 explotaciones con un número de 1.200 cabezas de ganado ovino reproductor y unas 520 de caprino, lo cual si se considera que la asociación de lo ganaderos agrupa el 80% del ganado total».

Las partidas se distribuirán en dos ejercicios. De esta manera, para 2006 se destinan 25.000 euros para la compra de un vehículo adecuado para la realización de la asistencia técnica veterinaria, y de un remolque isotérmico parea el transporte de canales y productos cárnicos, destinados al consumo humano, desde el matadero de Formentera hasta los establecimientos de venta de estos productos en la isla, informó Mayans, que señaló además que se incluye la ejecución de programas que tienen por objetivo cuidar de la sanidad animal, los movimientos del ganado en la isla y la puesta en marcha y gestión de un servicio de transporte de canales y productos cárnicos en la isla. Asimismo, de cara a 2007, la partida de 13.000 euros servirá para la realización de actuaciones veterinarias, es decir permitir la contratación de un veterinario que se dedique prácticamente en exclusiva a los servicios precisados por la Associació de Ramaders y la Agrupació de Defensa Sanitària.

Mayans y el presidente de la asociación, Andreu Ferrer, explicaron que la tarea desarrollada en los último años sólo ha sido posible gracias a la dedicación del veterinario de la isla, Llorenç Córdoba, a quien agradecieron «su dedicación en los últimos 10 ó 12 años».