Este año se exponen en total 300 vehículos de ocasión.

La sexta edición del salón de vehículos de ocasión abrió ayer sus puertas en el Recinto Ferial. Este año cuenta con 300 vehículos valorados en más de seis millones de euros que estarán expuestos hasta el próximo domingo, día 15.

El salón se inauguró ayer a las 19'00 horas en un acto presidido por Diego Guash, conseller de Transporte, Industria y Comercio, quien calificó los vehículos expuestos como «de primera calidad e ideales para el ciudadano de Eivissa y Formentera». Asimismo, el conseller agradeció la participación de la Pimeef, cuyos representantes también asistieron al acto. Entre ellos, se encontraban el presidente de la Pimeef, Mariano Riera y el secretario general, Carlos Eznarriaga, así como el presidente en área de talleres, Ramón Sanz.

Este año la feria vuelve a celebrarse en el Recinto Ferial donde albergará un mayor número de vehículos que en ediciones anteriores. Además, según los organizadores, intentarán evitar que los particulares coloquen sus vehículos a la entrada para venderlos. «La venta de particulares es algo que se está erradicando porque cuando un usuario compra un coche de segunda mano a un particular y tiene problemas, no tiene a quién reclamar o pedir responsabilidades. Esto, también, nos hace daño a nosotros porque el usuario acaba teniendo una mala concepción del coche de segunda mano, cuando no debería ser así», explicó Ramón Sanz.

Por ello, los diferentes expositores entre los que se encuentran Tanit automoción, Grupauto, Servimotor, Impocars, Cars autorecambios y la novedad este año, la financiera Ros&Co financiación, se han unido para ofrecer desde lujosos y deportivos descapotables Porsche o BMW a variados modelos de todoterrenos como los Hummer pasando por asequibles turismos o llamativos utilitarios tuneados.

Sin embargo, el que más furor causó entre los primeros visitantes del salón, incluidos los representantes políticos allí congregados, fue el pequeño y simpático buggy, probado por casi todos los asistentes que se congregaron en el salón.

Irene Luján