Que «Shrek» no es sólo una película de animación y aventuras sino un ejemplo de cooperación, tolerancia y respeto en lo que a valores humanos se refiere, o aún mejor, que Capurecita es para el lobo una niña vestida de forma rara y desagradable que le ha hecho infeliz tras criticar su aspecto de ojos grandes y dientes enormes son algunos de los ejemplos que utilizará Roberto Martínez, del departamento de educación de la Ong Manos Unidas, en el curso 'Eduació en valors a través del cinema' que ayer comenzó para una treintena de profesores en el Centre de Professorat d' Eivissa y Formentera.

«La idea es aprender a trabajar en el aula los valores humanos a través del cine utilizando como base películas que se pueden encontrar en todos los video clubs y que su finalidad es sólo comercial y no educativa porque es una forma más fácil de llegar a los alumnos», explicó Martínez acerca de este curso que tendrá lugar hasta el viernes, y que ha sido solicitado por el profesorado pitiuso tras haberse impartido durante los últimos dos años en centros de educación secundaria.

«En las clases lo que intentamos es compaginar valores humanos con cosas cinematográficas. Vamos a trabajar la película Shrek en la línea de la cooperación, de trabajo en equipo y la amistad, y también la otra cara de los cuentos como Caperucita Roja pero desde el punto de vista del lobo, porque lo que buscamos es que los chavales no se queden con la mera visión que nos dan sino para que elaboren una conciencia crítica», agregó.

El curso dura 20 horas y tiene el objetivo de facilitar al docente estrategias audiovisuales dirigidas a profundizar la educación en valores en el aula. Por ello se tratará también el tema de estereotipos estéticos en los colegio e institutos para ayudar a evitar determinados tipos de discriminación, «que es uno de los grandes problemas por los que algunos niños que se ven afectados dependiendo de unas determinadas estéticas que marca la sociedad».

El curso ha sido organizado por el Centre de Proffessorat d'Eivissa y Formentera con el apoyo del Fons Pitiús de Cooperació y la Ong Manos Unidas. La convocatoria ha superado cualquier previsión ya que la cantidad de solicitudes superó el centenar para una media de 30 plazas. Por ello, no se descarta organizar un nuevo curso.

Luciana Aversa