El Gobierno central considera que las nueve frecuencias diarias entre el aeropuerto de Madrid y Eivissa son «suficientes», según refleja una respuesta parlamentaria al senador electo por las Pitiüses, Antoni Marí Carraca, donde éste solicitó conocer si el Estado tiene previsto declarar interés público la línea aérea que enlaza ambos puntos entre los que cada vez resulta más complicado volar». La Administración central justificó su respuesta afirmando que los servicios prestados por cinco compañías aéreas que operan entre Eivissa y la Península (Iberia, Spanair, Air Europa, Air Madrid, y Vueling), «disponen de una semana tipo de temporada de tráfico de verano, sin contar con las múltiples combinaciones de vuelos punto a punto a través de Palma de Mallorca o de Valencia». Un argumento que no convence al senador «ya que precisamente dichos enlaces a los que hacer mención, con la capital de Balears, u otras Comunidades, y que en teoría solucionan para el Gobierno estas carencias, no suponen más que una perdida de tiempo y dinero para los usuario». El Estado calcula que el precio medio por billete vendido en los cuatro primeros meses del año se sitúa en unos 65 euros, «lo que representa para los residentes de Eivissa un coste medio por trayecto de unos 35 euros». Una situación «totalmente irreal» para Marí, ya que «las distintas ofertas que puedan crear las empresas distan mucho de lo que son los precios reales, sólo se dan en contadas situaciones como por ejemplo a horas difíciles y en días laborales que usualmente los residentes no pueden viajar», reiteró. El senador recordó que «si alguien se ve obligado a viajar a Madrid en verano, fines de semana, Navidad o puentes debe de pagar precios altísimos». Para el parlamentario, las «escasas ofertas» de las que pueden hacer uso los pitiusos suelen responder, además, a un «reclamo llamativo para completar vuelos, y han de efectuarse con muchas semanas de antelación». Marí lamentó el discurso habitual del Gobierno donde éste deduce que las compañías aéreas, «por su propio interés económico, continúan respondiendo a las necesidades de desplazamiento de los ciudadanos de las isla de Eivissa hacia Madrid». Una respuesta que pone de manifiesto la «dejadez del Estado» a este respecto y la «libertad unilateral de las compañías para eliminar conexiones a su antojo por motivos comerciales.