La sentencia que anula la declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) de ses Feixes ha generado todo tipo de especulaciones sobre lo que puede ocurrir en esta zona, una de las más golosas de la ciudad por sus posibilidades edificatorias. El hecho de que el Consell haya decidido no recurrir la anulación ha hecho ganar confianza a los propietarios, que esta misma semana aseguraban, no obstante, que antes de comenzar a edificar se sentarían a negociar con las instituciones para ver si también se puede hacer un parque con vistas al mar. Los propietarios están convencidos de que los tribunales acabarán dándoles la razón, aunque se encuentran con un escollo: el Ayuntamiento ha presentado un recurso contra la decisión del juez y mientras no se resuelva sigue vigente el BIC.

Desde el Consistorio han mostrado su intención de luchar hasta el final. Si se desestimase el actual recurso «todavía quedarían otras instancias a las que acudir», explica el concejal de Urbanismo, Vicent Torres, que está convencido de que los tribunales les darán la razón: «La sentencia se basa en que el Consell decidió alargar la tramitación del BIC y dice que como se notificó fuera de plazo a los propietarios éstos han sufrido de indefensión, pero no tiene en cuenta que contra este alargamiento no se podía alegar; no se han lesionado derechos».

Mientras tanto, desde el Consell no han aclarado cuál es su postura respecto a ses Feixes, aunque cuando decidieron no recurrir la anulación del BIC hablaron de conjugar los derechos de los propietarios con la protección ambiental y patrimonial. Por otro lado hay que recordar que el nuevo planeamiento urbanístico de Vila, que todavía no está aprobado a falta del visto bueno del Consell, reclasifica parte de este espacio como rústico. Los propietarios consideran que si se llega a aprobar las indemnizaciones que les corresponden por pasar de urbano a rústico «son millonarias». «Ellos creen que tienen derecho a una cuantía y nosotros creemos que les corresponde otra más baja», dice Torres, que añade que una buena solución para satisfacerles sería que el Ministerio de Medio Ambiente comprara los terrenos, algo que el PSOE dice que se ha incluido en los presupuestos. En cualquier caso, si ses Feixes acabaran construyéndose «habría una explosión de población difícilmente soportable para el municipio», según Torres.

Vila está tramitando el plan especial de ses Feixes, que regulará los usos de esta zona y delimitará los elementos a proteger, con qué materiales se puede construir o cómo tiene que iluminarse. El hecho de que el Govern haya cambiado la normativa respecto a los estudios de impacto ambiental retrasará la redacción de este documento dos meses, aunque el concejal de Urbanisme de Vila cree que podría estar listo para el primer trimestre del año que viene. En la zona también se prevé un centro de interpretación de la zona, que el año pasado