MAITE ALVITE
La población del municipio de Sant Antoni y de Cala de Bou, en Sant Josep, tuvo que abastecerse ayer con agua de pozos (de peor calidad que la desalada) debido a una avería en la desaladora de Sant Antoni. El jueves a mediodía se detectó el problema en el sistema informático de la parte antigua de la planta , que quedó completamente inoperativa. Para solventarlo, se desplazó ayer un programador informático desde Palma que arregló la compleja avería en unas horas. A las 17,30 horas el director general de Recursos Hídrics, Joan Crespí, anunció que el problema informático se había solucionado, aunque de forma «provisional y precaria», y se estaban haciendo ya pruebas para poner en marcha de nuevo la desaladora empezando por la línea más nueva. Al cierre de este periódico, la planta todavía no se había puesto en funcionamiento, pero la previsión inicial es que pudiera prestar servicio durante la noche.

A consecuencia de la avería, Cala de Bou se quedó sin suministro de agua a la una de la madrugada del jueves al viernes aunque ayer se restableció el servicio mediante pozos. En Sant Antoni tuvieron agua desalada hasta las siete de la mañana y a partir de ahí se suministró agua procedente también de pozos. Crespí aseguró que en el municipio de Eivissa, que también recibe diariamente 6.000 m de agua desalada de Sant Antoni, el problema no fue tan importante porque disponen de desaladora y depósitos de agua desalada. Eso sí, explicó Crespí, en caso de que no hubiera empezado a funcionar la desaladora de Sant Antoni ayer por la noche, Eivissa también se vería obligada a abastecerse con agua de pozos. Tanto el alcalde de Sant Antoni, José Sala, como el concejal de Medio Ambiente de Sant Josep, José Marí Ribas 'Reganes', reconocieron que este agua no tiene una calidad óptima.