Al cruzar la puerta del centro de día del hospital y residencia asistida de Cas Serres se puede leer un cartel que dice 'Benvinguts al poble de Cas Serres de Dalt' con el que se muestra la entrada de un pueblo alegre en el que no hay cementerios ni farmacias. Los 20 usuarios del centro de día han sido quienes han construido con mucho trabajo, paciencia y cariño la representación de una localidad que cuenta con una oficina de correos, una fuente, una cafetería, una floristería, numerosas farolas y un huerto en la terraza, todo ello hecho con diferentes materiales, como por ejemplo cartón, y con una gran variedad de colores. Esa pequeña representación del que podría ser cualquier pueblo de la isla fue el escenario de la celebración que tuvo ayer lugar con motivo del día internacional del alzheimer durante gran parte de la mañana con una jornada de puertas abiertas, que dio comienzo a las 10 horas con un variado desayuno al que asistieron no sólo los usuarios del centro sino también sus familiares. Al acto de celebración acudieron el presidente del Consell Insular, Pere Palau, y el conseller de Sanitat i Benestar Social, Vicent Serra. «Cada vez que vengo aquí me voy contento porque veo que las personas están bien atendidas y pasan el tiempo lo mejor posible con diferentes trabajos», señaló Pere Palau. Este centro abre a las 8 y acaba a las 18 horas. «La mañana empieza con los talleres cognitivos y luego a las 10 horas, cuando se acaban los talleres, comienza la hora del desayuno con el que practican actividades de la vida diaria», cuenta Margarita Ferrer, psicóloga y coordinadora del centro de día. María José Real