MAITE ALVITE
Doce meses después del deslizamiento de tierras en sa Caixota, apenas se han conseguido avances para dar solución a la zona que se vio afectada, una ladera de terreno arcilloso cuya inestabilidad ya se había evidenciado en 2002. Las diferencias entre propietarios y la escasa implicación de las instituciones han provocado que la situación se encuentre prácticamente como el primer día, aquel lluvioso 18 de septiembre de 2005 en el que un corrimiento de tierras provocó el desplome del bloque de apartamentos Residencial Vista Alegre y el desplazamiento de otras dos edificios, además de otros daños en la urbanización.

Habrá que esperar por lo menos hasta 2007 para poder ver cómo se empiezan las obras de consolidación del terreno, según los cálculos del abogado de los propietarios del Residencial, Josep Lluís Ríos. Después de varios meses de negociaciones, en julio se consiguió llegar por fin a un acuerdo entre todos los afectados y la junta de compensación cerró en agosto el contrato para que la empresa Jolsa, junto a Uriel y Asociados y NB35, haga un estudio geotécnico de la zona. En los próximos días y durante seis meses los técnicos harán sondeos para delimitar los límites de la tierra movilizada para a partir de ahí calcular la resistencia que tienen que ofrecer los muros de contención y definir una propuesta para recuperar y consolidar toda la zona.