MAITE ALVITE
El sector de población entre 20 y 34 años es en el municipio de Eivissa el que acapara un mayor porcentaje de paro, un 47,4 por ciento, según los datos que revela el estudio de diagnóstico sociolaboral de Eivissa realizado por el Ayuntamiento con datos de 2004. Este documento analiza con detalle la situación del mercado laboral de Eivissa hace dos años, en unas fechas en que la media de población desempleada registrada en el municipio fue de 1.420 personas y la tasa de paro de 6,8 por ciento.

La población media afiliada en el municipio en 2004 fue de 19.362 personas, lo que representa aproximadamente un 47 por ciento de toda la ciudadanía del municipio, según detalla el estudio sociolaboral.

Del total de parados en ese año, el 59,6 por ciento tenía más de 30 años. Predomina, según este estudio, la población desempleada femenina (55,1 por ciento) respecto a la masculina (44,8 por ciento) a lo largo de todo el año. Por sexos y por grupos de edades, se observa que hasta los 45 años hay más desempleo entre las mujeres. Por ejemplo, entre los 30 y los 34 años, los hombres sin trabajo representaban en 2004 un 14,1 por ciento, mientras que las mujeres paradas llegaban casi al 16 por ciento. Esta tendencia se invierte a partir de los 45 años.

Según este diagnóstico, las actividades económicas donde se enmarcan los porcentajes más elevados de población parada son la hotelera (29,1 por ciento), comercio y reparaciones (18,7 por ciento), la construcción (13,4 por ciento), y las inmobiliarias y el alquiler (12,2 por ciento).

Respecto al nivel de estudios, este informe pone de manifiesto que el 71,7 por ciento de las personas que no tienen empleo tienen estudios primarios o inferiores. También destaca que más de la mitad de los parados son trabajadores de servicios (35,1 por ciento), o no cualificados (20,7 por ciento). Los trimestres donde se observa más paro son el primero (de enero a marzo) y el cuarto (octubre a diciembre), que corresponden con la época del año de menor actividad económica.

La mayoría de los contratos laborales se produjeron en la temporada estival (de mayo a septiembre), predominando los temporales (89,7 por ciento) sobre el resto de modalidades de contratación. Los indefinidos sólo representaron el 9,5 por ciento de los contratos, mientras que un 0,7 por ciento fueron formativos.