El diputado socialista por Eivissa y Formentera, José Ramón Mateos, consideró ayer que las depuradoras de agua desalada deberían tipificarse como «infraestructuras supramunicipales y gestionarse por decenios», con el fin de garantizar su puesta en marcha y funcionamiento de manera correcta.

En declaraciones a Europa Press, el socialista explicó que la estructura actual que obliga a los Consistorios a gestionar parte de unas instalaciones de interés general, como ha ocurrido en el Ayuntamiento de Eivissa, «hace que los ciudadanos sean los principales perjudicados a la hora de disfrutar de un agua adecuada a sus necesidades, como viene ocurriendo desde hace dos años en los que no se ha llegado a un acuerdo entre instituciones sobre el enclave adecuado».

Además, según el diputado, «de no modificarse la actual política de gestión impulsada por el Govern, las compañías adjudicatarias no podrán impulsar las inversiones necesarias para su correcto funcionamiento tal y como está ocurriendo actualmente en todas las islas».

Para el diputado, el Govern es el único responsable político de la mala gestión y estado de las depuradoras de las islas por lo que, afirmó, «no puede seguir obviando su mantenimiento dejándolas en manos de empresas privadas, que no pueden afrontar económicamente una serie de inversiones con concesiones bianuales, ya que para que para que éstas fuesen efectivas, deberían concedérseles, como se ha hecho con la gestión del agua, al menos por 10 o 20 años».