La Conselleria de Salut i Consum exigirá la aplicación de todo el articulado de la 'ley antitabaco' estatal a partir del 1 de septiembre, tal y como exige la normativa, pero ha anunciado «flexibilidad» a la hora de inspeccionar los locales de restauración de más de 100 metros cuadrados con especiales dificultades para separar físicamente las áreas de fumadores y no fumadores.

Castillo explicó que los establecimientos de restauración de más de 100 metros cuadrados constituyen una minoría en las Islas que se sitúa entre el 10 y el 20 por ciento del total de locales.

Aina Castillo, consellera de Salut i Consum, explicó ayer, después de presidir la octava comisión de seguimiento de la aplicación de la normativa sobre el tabaco con CAEB y PIME Balears, que dará prioridad al control de los locales de menos de 100 metros cuadrados, «que han tenido más de un año para adaptarse a la ley autonómica», y a aquellos que superen esa superficie y no tengan dificultad para cumplir con la separación física, por ejemplo, «los restaurantes con varias salas» dijo la consellera.

Añadió que el 90 por ciento de los negocios de restauración inferiores a esa superficie cumple con el requisito de la legislación autonómica, que entró en vigor el 10 de julio del año pasado, de separar los espacios de fumadores y de los que no lo son, pero sin necesidad de separaciones físicas.

Entre los establecimientos de más de 100 metros el cumplimiento de la normativa, en este caso de rango estatal y que será obligatoria a partir del 1 de septiembre, fecha en la que acaba el periodo de adaptación previsto en la ley, sólo alcanza una proporción que oscila entre el 40 y el 50 por ciento, según la consellera.

Castillo anunció que en la próxima reunión del Observatorio Nacional contra el Tabaco, en el que participan todas las comunidades, convocada para el 27 de septiembre por el Ministerio de Sanidad, pedirá que la separación entre espacios, que la ley estatal prescribe que debe hacerse con paredes, pueda también realizarse con «cortinas de aire».