El nuevo modelo turístico, que quiere sustituir al del Partido Popular, calificado por Roque López de «errático», está basado en cuatro pilares básicos como son el económico, laboral, social y el medioambiental, entendiendo este último como uno de los principales reclamos turísticos: «Se debe apuntar hacia un urbanismo como función pública, versus al urbanismo especulativo que se está llevando a cabo, y que está determinado por los empresarios», indicó Josep Marí Ribes, Agustinet. Para ello, proponen la ordenación de la convivencia entre residentes y turistas basado en el PTI y en los Planes de Ordenación Municipales. Además, en el documento del futuro modelo turístico proponen la creación de infraestructuras con una «correcta dimensión y utilización». Para ello, mencionan la mejora de los puertos comerciales, la creación de puertos deportivos que respondan a un plan director para «que exista un mínimo consenso», mejora de la funcionalidad y la seguridad del aeropuerto, así como el correcto uso de las depuradoras y las desaladoras, pero sin «hacer la demagogia del PP».
Por todo ello, el PSOE califica el modelo turístico actual de «antiplanificado» por no prever la estacionalidad de los visitantes: «El colapso de las entradas a los municipios hace que sea una incomodidad para los residentes y los turistas», señaló Laura Carrascosa. Por este motivo, apuestan por un modelo de movilidad basado en el transporte público para el que es necesario, según indicó, la creación de un consorcio insular y la unificación tarifaria, así como solucionar la problemática de las colas «infernales» de los taxis.
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