MAITE ALVITE
El grupo municipal progresista de Sant Antoni reclamó ayer a la Conselleria balear de Medi Ambient que adopte de una vez las medidas correctoras necesarias para acabar con el excesivo ruido y las vibraciones que provoca la desaladora de Sant Antoni, ubicada en Cala Gració. Según puso de manifiesto la portavoz del Pacte, Laura Carrascosa, los vecinos continúan sufriendo las mismas molestias de siempre, a pesar de que en septiembre de 2005 Medi Ambient anunció que iba a realizar una serie de actuaciones, como sustituir la puerta de acceso a la sala de turbobombas por una insonorizada y colocar otra en la sala de membranas, para paliar el problema.

Carrascosa recordó que en diciembre del año pasado el pleno municipal de Sant Antoni aprobó por unanimidad una propuesta del Pacte para instar al Govern a que solucionase esta situación y se hiciese una sonometría. Esta medición, que realizó un técnico municipal, no se hizo hasta el 3 de febrero. El documento, al que el Pacte tuvo acceso hace muy pocos días, constataba que la instalación, tanto en su interior como en el exterior, estaba superando en el momento de hacer la medición los decibelios permitidos y que el ruido era excesivo, por lo que se incumplía «la normativa vigente aplicable». Asimismo, entre las observaciones que hacía el técnico municipal, estaba la de que «se deben incorporar y definir claramente todas aquellas medidas correctoras que se consideren necesarias para contrarrestar los impactos negativos sobre el entorno». Carrascosa reiteró ayer a la Agència Balear de l'Aigua i la Qualitat Ambiental, que depende de la Conselleria balear de Medi Ambient, que solvente esta situación, de la que se llevan quejando los vecinos de Cala Gració durante muchos años.