M.A./E.P
El primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Eivissa, Pedro Campillo, no dio ayer ningún crédito a los cálculos aportados el pasado miércoles por el conseller insular de Transport, Diego Guasch, en los que afirmaba que los taxis con licencias temporales iban a prestar en agosto hasta 31.000 servicios, mientras que en la capital oficiosa de la isla, que ha rechazado esta medida, iban a dejar de hacerse 18.600 viajes. «Son unas estadísticas muy poco rigurosas», criticó, antes de asegurar que los problemas de colas y largas esperas para coger un taxi no sólo se producen en Eivissa sino en el resto de municipios de la isla, donde sí se han dado licencias temporales. Para Campillo el problema de los taxis continúa en toda la isla, a pesar de la puesta en marcha de esta medida en agosto, ya que harían falta no 20 sino 500 taxis para afrontar sólo con esta medida un problema que calificó de global. Según el primer teniente de alcalde, esta situación se ve acuciada por el estado de las carreteras en obras, que provocan retenciones de hasta una hora, la falta de líneas y frecuencias de autobuses y el incremento de vehículos. «Si no se resuelven estos agravantes «no se paliará nunca el conflicto de las colas», dijo al respecto. «Nos encontramos inmersos en una economía estacional que requiere de soluciones complejas para paliar la masificación a la que se somete a la isla durante el mes de agosto, tanto en materia de transporte, como de sanidad, o restauración», añadió. Estas medidas complementarían a la de conceder licencias temporales durante el verano, una iniciativa que recordó, partió del Ayuntamiento de Eivissa.