GUILLERMO ROMANÍ
El secretario general de la Agència Balear de l'Aigua, Miquel Costa, restó importancia al vertido casual que se produjo el pasado lunes en la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Formentera, señalando que se trataba de un hecho fortuito ocasionado por las obras de ampliación.

«Los movimientos de tierra que conlleva la remodelación han producido algún vertido que ha quedado dentro de la propia depuradora y no se ha producido ninguno al exterior; desde el Govern debemos pedir disculpas a los vecinos pero decirles también que estamos trabajando para mejorar las infraestructuras de la isla», señaló Costa. Al mismo tiempo no descartó que se pueda producir algún otro contratiempo aunque siempre será de poca importancia, controlado y dentro de la propia planta.

En lo que consideró una visita ya programada y no coincidente con los vertidos, Costa se centró en los trabajos de remodelación de la EDAR que se iniciaron en abril y que suponen un coste de 3,8 millones de euros, señalando que los trabajos «van a buen ritmo y se están cumpliendo los plazos» por lo que Acciona, la empresa concesionaria de las obras, debería acabarlas en junio de 2007, ya que el plazo de actuación es de 15 meses, aunque Costa fue más atrevido apuntando que en marzo o abril la depuradora podría estar funcionando.