El joven que se esconde bajo el minucioso atuendo de sacerdote budista no sólo intenta ganarse un dinero posando durante toda la noche en las calles del puerto, además reparte entre los viandantes una extraña publicidad. ' Mantra para buenas relaciones con la madre', declaran los cartelillos que entrega. Lo extraño es que esta propaganda no vaya acompañada con un teléfono de contacto para recibir algún tipo de lecciones, ¿será un descuido o busca hacerte reflexionar? En el aire queda si este peculiar sacerdote es un artista callejero cualquiera o esconde un afán predicador bajo su cargado maquillaje.