MAITE ALVITE

Una vez analizada la viabilidad del proyecto y teniendo en cuenta el informe negativo que el pasado diciembre emitió la máxima institución pitiusa, que era vinculante, el Govern ha optado por rechazar la iniciativa basando su decisión en el hecho de que no cuenta, según sus palabras, «con el consenso entre las administraciones (como marca la ley de Ports) y en que es «incompatible con los criterios territoriales establecidos en el Plan Territorial Insular (PTI)» de las Pitiüses. Precisamente, este es el argumento fundamental que empleó el Consell en su momento para informar desfavorablemente el proyecto.

Fue en septiembre del año pasado cuando entró en Ports de Balears la iniciativa, que preveía la construcción en Cala Corral de una instalación con 350 amarres en nueve pantalanes, en una superficie total de 12.660 metros cuadrados. La actuación contemplaba también instalaciones complementarias como una oficina, un club social, un centro comercial, una sala de 'spa', una escuela náutica, dos restaurantes, y un taller de grúas.

La iniciativa fue muy mal recibida por el Pacte y los ecologistas, que dejaron clara su oposición a una instalación que consideraban que tendría un «fuerte impacto» sobre una zona ya muy castigada por la presión urbanística, y con graves problemas de infraestructuras. Finalmente, el Consell también se posicionó en contra, alegando que la ubicación era incompatible con el PTI, que no era una zona urbana desarrollada, que las aguas están en áreas protegidas por las figuras europeas LIC y ZEPA y que supondría la destrucción de dos islotes.