MAITE ALVITE
La construcción de una urbanización en la zona de Platges de Comte ha provocado el malestar de varios vecinos, que temen el impacto que pueda tener sobre una zona en la que, aseguran, hay muchas deficiencias y, sobre todo, hay poca agua y de mala calidad. «Van a construir un montón de viviendas sin pensar que en la zona el agua es escasa y de una calidad ínfima, seguramente la peor de la isla. Tenemos cortes de suministro constantes», asegura una de las vecinas, Menchu Novejarque, que se ha visto obligada a comprar «una depuradora para dar servicio a toda la casa». «La cantidad de sal que tiene el agua obliga a la gente a cambiar electrodomésticos como lavadoras, lavavajillas y calentadores casi cada seis meses», añade. Los residentes de esta zona se quejan también de que las comunicaciones a través de la línea telefónica son malas, lo que no les permite tampoco tener internet o poner fax. No sólo están preocupados porque el Ayuntamiento de Sant Josep no haya tenido en cuenta a la hora de permitir una urbanización allí las malas condiciones del suministro de agua y de las comunicaciones, también temen que esta construcción «acabe destrozando uno de los pocos espacios medio conservados que hay en el municipio», señala Novejarque.

En esto momentos, según los vecinos, está prácticamente realizada la infraestructura básica de la zona (viales, aceras, alumbrado), que es terreno urbanizable. Una vez terminada la urbanización del terreno, el Ayuntamiento podrá conceder licencia para construir las casas.