El maquillaje es uno de los elementos principales.

En Pachá, la imagen es un rasgo que se piensa, , se analiza, se produce, se comercializa y se exporta al mundo. En Home of la Troya, es el personaje el que adopta la estética de imagen rompedora pero con la esencia de la temática que conlleve la fiesta.

Son las 22,30 horas y Carlos, el estilista, ya está preparando el vestuario lleno de espejos que hay la discoteca Pachá. Esta noche toca la fiesta Satoshi Tomiie, lo que quiere decir una estética japonesa tradicional que deberán llevar casi 30 gogós, entre las que promocionan en el puerto y las bailarinas del club. Tras él aparecen Josuá y Samir, otros dos estilistas, que hoy estrenan máscaras metacrilato trasparente, un nuevo diseño que en seguida prueban en las tres bellezas que se encargan de promocionar la discoteca por La Marina, que visten además kimonos traídos especialmente de Japón. Mientras, Carlos empieza a peinarlas: grandes pelucas para lograr moños de cabello estilo nipón que le entretendrán hasta la una de la mañana con más de una quincena de bailarinas, ya que de la otra quincena se encargará Giuggiula, su asistente.

Ambas, una discoteca y una promotora de fiestas, tienen detrás de cada máscara, de cada traje, vestido o peluca, a profesionales del estilismo y el diseño que se encargan que desde los camerinos de Pachá y de Space, hasta el último cabello de gogós y performance estén en su sitio, aunque desmelenar a los clubbers bien por diversión o bien por impacto, sea el verdadero objetivo.

Esto es en la noche del jueves, porque el miércoles es la fiesta 'Subliminal' en la que gogós y discoteca recuerdan a un edén de duendes 'fashion', los martes es estilo árabe con la fiesta 'Defected in The House', los lunes el tema es Brasil, con lentejuelas en los párpados y grandes tocados con plumas verdes, y así hasta contar 14 fiestas diferentes: «El tema lo elige el promotor y nosotros desarrollamos la idea. Esta noche es Japón entonces algunas de ellas van con kimonos y otras con trajes que recuerdan a luchadores de Sumo. Para lograrlos hacemos una búsqueda, nos informamos y cogemos toda la documentación posible en interntet, en libros y en películas. Tengo que decir que lo que se hace aquí no se ha visto en ninguna parte del mundo, de momento. Porque sacamos más que un diseñador, sacamos como 400 trajes», comenta Rebeca, la cuarta integrante de este equipo de estilistas.

Pero esto no siempre fue así, según aclara la estilista, ya que hasta el año pasado las gogós debían maquillarse y vestirse solas: «Antes las bailarinas iban por libre pero este año Pachá quiso profesionales para que las peinen y las vistan, entonces el resultado es diferente», agrega.

Entretanto, las bailarinas siguen en la sala de belleza peinándose, en otro taller repleto de telas y trajes, Josuá y Samir ultiman los detalles porque ya se ha pasado medianoche y es el momento de la promoción en el puerto. Tacones inmensos, kimonos pesadísimos, fajas de metal a la cintura, máscaras en la cara y peinados imposibles. Aunque ellas lo luzcan como si lo hubieran hecho toda la vida.

Luciana Aversa