Una playa bajo control

El alcalde de Formentera, Isidor Torres, explicó que mañana sólo habrán dos personas contratadas directamente por la conselleria de Medi Ambient del Govern y otras dos personas pagadas por el Consistorio a través de la empresa Tragsa.

El primer edil señaló que a partir del primero de agosto habrá una quinta persona de refuerzo a cuenta de la conselleria de Medi Ambient.Torres lamentó la actitud de Costas que, a regañadientes, el verano pasado aportó dos celadores al control de la playa de Illetes, de no hacer lo mismo este verano ya que desde Formentera se ve con preocupación la necesidad de controlar el tráfico en la zona más concurrida de la isla ya que un solo camino lleva a las playas de ses Illetes y Llevant y la estrechez y configuración del mismo obliga a mantener expedita la vía para poder hacer frente a cualquier emergencia que conlleve la presencia de equipos medico sanitarios, Bomberos, Policía Local, Guardia Civil o Protección Civil. El problema básico es que los aparcamientos no son suficientes para albergar todos los vehículos que acuden a estas playas y especialmente los 'motorinos' aparcan dentro del camino lo cual dificulta cuando no impide directamente el paso de los vehículos.

Para ello se pretende no dejar entrar a más vehículos en cuanto los parkings estén llenos e impedir que se estaciones los ciclomotores en la vía, pero hasta la fecha, y por falta de poder sancionador, las medidas no han sido demasiado efectivas.

En cuanto al riego del camino y del ramal que lleva hasta la playa de Llevant, Torres apuntó que «Costas se comprometió a hacerse cargo de este trabajo y espero que de alguna manera asumirá sus compromisos, pero viendo lo que ha pasado con los celadores a día de hoy no puedo garantizar que eso sea así».Por último el alcalde de Formentera indicó que el balizamiento tanto de la zona de Illetes como de Cala Saona se realizó en el momento previsto y avanzó que se está preparando un nuevo pliego de condiciones para la concesión del balizamiento de las playas «para que no sea una concesión anual sino por cuatro o cinco años», explicando que el motivo de esta medida que Formentera quiere tener solucionada antes de final de año «obedece a que concesiones por una sola temporada repercuten en sentido negativo tanto para poner el balizamiento como a la hora de retirarlo».

G. Romaní