R.L.
El Ayuntamiento de Eivissa exigió ayer públicamente al Consell Insular que «deje de poner cortapisas» a todas las modificaciones urbanísticas que plantea la administración municipal y le recordó que «sólo puede oponerse a los cambios por razones técnicas y nunca por cuestiones políticas, como está haciendo desde hace muchos meses». En un comunicado, el Consistorio denunció la «situación asfixiante» a la que «el Consell» quiere someterle. En este sentido, criticó que los cambios en el planeamiento urbanístico que ha propuesto, que requieren del visto bueno del Consell, está parados, en algunos casos, desde el año 2004, como ocurre con la modificación puntual del proyecto Eivissa Centre. El Ayuntamiento esgrimió otras actuaciones que, según señaló, son ejemplo «de la parálisis que el Consell quiere provocar en el Consistorio»: la modificación del Plan Especial de Protección y Reforma Interior (Pepri) de sa Penya, pendiente desde diciembre de 2005; o la Norma Complementaria de Densidades de Población, también pendiente desde finales del año pasado. Asimismo, citó otros proyectos que estuvieron bloqueados durante varios meses en la Comisión Insular de Urbanismo y Patrimonio (Ciothupa) como el de reforma de la playa de Talamanca, que finalmente ha recibido el visto bueno, aunque ya demasiado tarde para ejecutarlo en verano, como era la intención del Consistorio. «No es de recibo tampoco que proyectos de poca envergadura como acondicionar los jardines de la Cúria o los futuros jardines 'Portmany' tarden meses en recibir una contestación positiva de este organismo», añadió. Para el Consistorio esta forma de proceder no es sólo «una muestra de falta de lealtad institucional» sino también «un verdadero obstruccionismo planificado con el único objetivo de anular la gestión municipal».