Los atascos provocan que alguno sectores estén perdiendo más tiempo y dinero que otros años.

CLAUDIA ROIG
«Nos pasamos más tiempo en los atascos que conduciendo». Son palabras de Serafín Costa, vicepresidente de la Asociación de Taxistas Autónomos de Eivissa, que califica de «espantoso» el estado en el que se encuentran las carreteras debido a las obras, que provoca que conduzcan «el doble de tiempo para ganar la mitad de dinero». Costa indica que en todos los recorridos tienen que hacer cola, aunque el más problemático es el de Eivissa a Sant Antoni, que tardan una hora en recorrer. «Esto causa un gran nerviosismo en el turista, que no quiere llegar a Eivissa y encontrarse colas y más colas, y carreteras llenas de polvo con camiones con lonas sin tapar». Así las cosas, se temen un agosto terrible, en el que habrá que salir dos horas antes para poder coger un avión. «Como los hoteles no se pongan las pilas y les digan a sus clientes que tienen que salir antes muchos van a perder el avión», agrega Costa, que ironiza diciendo que este verano habrá que moverse en helicóptero para llegar en hora a los sitios.

De forma similar se expresa Alfonso Ribas, presidente de la patronal Apebus, que agrupa a los empresarios de autobuses y que confirma que están teniendo dificultades en la línea de Eivissa a Sant Antoni. «Hay ratos en los que podemos cumplir bien los horarios, pero en otros se tarda mucho más de lo que querríamos y por eso tenemos que inventarnos soluciones», explicó Ribas, que asegura que han tenido que doblar los servicios entre las siete y las nueve de la mañana y poner más autobuses, porque los vehículos tardan más de media hora en cubrir el recorrido. «De todas formas cuando hay un corte de la carretera nos lo tenemos que tragar como todo hijo de vecino, es algo que no podemos prever». Todo esto implica un «importante» coste añadido para las empresas. «Lo asumimos nosotros porque sabemos que es algo temporal», añade Ribas, que explica que otra de las líneas que está teniendo más dificultades es la que une Eivissa con Platja d'en Bossa. «Se concentra todo el embotellamiento del aeropuerto y ses Salines; en estas líneas es imposible cumplir los horarios, porque se tarda el doble que otros años».

Pese a ello, desde Apebus consideran que las mejoras eran necesarias y que cuando las carreteras estén acabadas se conducirá mucho mejor. Lo mismo opinan desde la patronal de taxis de Vila, aunque consideran que los atascos para entrar a la ciudad se van a seguir produciendo.

Los transportistas de la Pimeef también padecen esta situación aunque matizan que el tráfico se ha aliviado bastante con la apertura de un tramo del segundo cinturón. De todas formas les afectan las obras y aseguran que tardan más en todos los trayectos, aunque el de Eivissa a Sant Antoni «es el peor». A esto se suma el hecho de que tienen más trabajo que otros años, según explica Joan Bufí, presidente de la asociación, porque este verano no ha parado la actividad en la construcción, al que se ha sumado la ejecución de las autovías. Esto hace que, en pleno mes de julio, estén teniendo un 30 por ciento más de movimiento que otros años, en los que era habitual que tuviesen un par de camiones parados. «Hay más camiones en la carretera, además de los que han venido de fuera para las obras de las carreteras; la flota de la isla ha aumentado».