C.A.

En este sentido, las consellerias de Presidència y de Treball del Govern y el Consell hicieron un convenio que contempla la formación de trabajadores para cubrir esas plazas, pero «en ningún caso será susceptible de sustituir a un auxiliar de enfermería siempre que estuviera en disposición de trabajar», precisó Serra. El lunes comienzan los cursos de atención básica y sanitaria en el ámbito geriátrico y hay inscritos 34 alumnos en el centro Blancadona.

La solución alternativa ante el riesgo de no poder abrir las residencias por la falta de personal especializado ha sido la formación propia. «Mientras se demuestre que no hay auxiliares de enfermería que puedan trabajar, formaremos a nuestra propia gente», dijo. El conseller añadió que el tipo de residencia no es similar a la de Cas Serres «sino asistida, no es tan cercano al trabajo sanitario».

Las ratios de personal que manejan las instituciones para las nuevas residencias es de un médico a jornada completa y cinco ATS por cada 100 plazas, asi como 0,23 plazas de auxiliar de enfermería, o sea por cada cuatro pacientes tendría que haber un auxiliar de enfermería. Además, hay que contar también con la contratación de limpiadores, camareros, ayudantes de cocina, ordenanzas y gobernantas. La de Santa Eulària está previsto que se ponga en marcha en octubre.